El Draft de la NBA de 2008 se celebró el 26 de junio en el recinto del Madison Square Garden de la ciudad de Nueva camisetas nba baratas 2024 York. Otro de los museos de la ciudad es el del Ejército en su Comando de la Tercera División de Ejército en la que una recreación en miniatura de la fortaleza original está en exhibición, así como una interesante colección de antiguos mapas, documentos y piezas junto a uno de los más importantes y más desconocidos de la historia de las bibliotecas en la región: este mismo museo y el de los Salesianos, la Inspectoría San Francisco Javier (jefe de los Salesianos de Don Bosco para toda la Patagonia) tienen colecciones con documentos de valor relacionados con la conquista y civilización de la Patagonia realizado por el Ejército y los Salesianos. El anterior récord estaba en posesión de los San Antonio Spurs de la temporada 1997-98 (36 partidos, de 20 a 56 victorias).
San Francisco 49ers y los 4 juegos del domingo por la tarde que solo pudieron verse a través del NFL Pass Game en DAZN. Es probable que lo que impide que Mirza tenga en la actualidad, de manera inequívoca, un sillón reservado a su nombre en el Olimpo del baloncesto europeo sea su temprano adiós al deporte, cuando aún no había soplado la tarta de su 30 cumpleaños. Entre ellos estaba Juan Antonio Corbalán, quien había sido amigo y compañero de Mirza en el Real Madrid, durante los dos cursos que el bosnio vistió la camiseta merengue: «Fue un día muy triste. Sabíamos desde hacía tiempo que iba a pasar, pero aun así fue un disgusto enorme, pues era muy querido. Mirza era una de esas personas que hacía que la existencia fuese mejor, por lo que se nos privaba de alguien que hacía mejor la vida a todo el mundo. Cuando se va uno de los grandes, la pérdida es enorme», recuerda el antiguo jugador, mientras se toma un café y conversa en una pausa de su actual empleo como encargado de la Unidad de Fisiología de Ejercicio de Vithas Internacional. Corbalán es uno de los que más ha hecho por recordar a su querido amigo, hasta el punto de haber escrito el libro Conversaciones con Mirza, donde rememora infinitas anécdotas.
Sobre la historia de los habitadores, su pasado multicultural y la sociedad en la contemporaneidad del país ha escrito un interesante volumen con dieciséis piezas titulado La piedra permanece (Libros del KO, 2021), donde explica que la disposición en anfiteatro de Sarajevo podía convertirse en su mayor vulnerabilidad. En charla con El Confidencial explica por qué el destino de la ciudad va intrínsecamente ligado al del campeón de Europa de 1979 con el Bosna: «Sarajevo es una ciudad muy orgullosa de sus propios mitos y, en el mundo del deporte, Delibasic es uno de los mayores. Cuando la ciudad fue sitiada por las tropas serbias, decidió quedarse a compartir el destino del resto de sarajevitas. Por eso, aún hoy sigue siendo un personaje queridísimo que forma parte de la mitología de la ciudad», afirma. No obstante, el gran hito como jugador de Mirza, para José Manuel Puertas, autor del podcast Tirando a Fallar, colaborador del periódico Ideal de Granada y la revista Gigantes del Basket, es la Copa de Europa que cosechó con el Bosna Sarajevo: «Hay que pensar lo que supone que un equipo de Sarajevo sea campeón de lo que hoy es la Euroliga. Evidentemente, en el contexto actual, eso es absolutamente inviable. Pero en ese baloncesto más romántico, en el año 1979, un equipo de Sarajevo fue capaz de ganar, primero, la Liga de Yugoslavia -que era, en ese momento, la mejor de Europa, con equipos como el Partizan de Belgrado, Estrella Roja, Cibona de Zagreb o el Split- y, después, la máxima competición europea. ¡Es increíble!», afirma.
El nacionalismo exacerbado que había propagado Slodoban Milosevic lleva la guerra a los territorios de las repúblicas de lo que había sido la Yugoslavia de Tito, muerto en 1980, de Eslovenia a Croacia, y luego a Bosnia, donde el conflicto se recrudece a partir de 1992, con especial ahínco en Sarajevo, sitiado por los soldados serbobosnios de Karadzic y Ratko Mladic -el carnicero de Srebrenica- durante más de un millar de infaustas jornadas. El documental Shooting for Mirza, dirigido por Juan Gautier y estrenado recientemente en cines, muestra al espectador la increíble vida de un jugador de baloncesto que lo ganó prácticamente todo pese a su pronta retirada del parqué, asolado por la enfermedad y por la gigantesca tristeza en que le sumió la destrucción acaecida durante la guerra de los Balcanes. Este último es clave en el documental, ya que su atenta y tierna mirada, además de sus enigmáticos ojos azules, son los que Gautier utiliza como leitmotiv para viajar al pretérito y narrar la vida de Mirza Delibasic. Delibasic lo ganó todo con la selección yugoslava, en categorías inferiores y con la absoluta.